Los pueblos indígenas son grupos humanos que habitan un territorio desde tiempos inmemoriales y cuya cultura y modo de vida están íntimamente ligados a la naturaleza y al territorio que ocupan. Estos pueblos han desarrollado conocimientos y prácticas que les permiten vivir en armonía con el entorno y han contribuido significativamente al patrimonio cultural y ambiental de la humanidad.
A lo largo de la historia, los pueblos indígenas han enfrentado diversas formas de discriminación, exclusión y violencia, incluyendo la colonización, el desplazamiento forzado, la expropiación de sus tierras y recursos, la imposición de lenguas y culturas ajenas, y la negación de sus derechos políticos, sociales y culturales. Estas formas de violencia han tenido graves consecuencias para la supervivencia física, cultural y espiritual de los pueblos indígenas.
Hoy en día, los pueblos indígenas luchan por el reconocimiento y la protección de sus derechos humanos y territoriales, y por el respeto a sus culturas y formas de vida. Esto incluye la participación activa y significativa en los procesos de toma de decisiones que afectan sus territorios y comunidades, la revitalización y promoción de sus lenguas y culturas, y la reparación de las injusticias históricas que han sufrido.
Además de su valor intrínseco, los pueblos indígenas y sus conocimientos y prácticas tienen importantes contribuciones para el desarrollo sostenible, la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. Por lo tanto, la protección y promoción de los pueblos indígenas y sus territorios es esencial para la construcción de sociedades más justas, inclusivas y sostenibles.